Arqueólogos y trabajadores del módulo de albañilería del taller del empleo municipal trabajan intensamente en la recuperación de las afecciones producidas en el área dolménica de San Pablo, sita en la parroquia de Guimarán.

Este conjunto tumular fue objeto de excavación arqueológica durante los años 90 por parte de un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo que dirigió el profesor Miguel Ángel de Blas Cortina. Como resultado de aquellas campañas fueron parcialmente excavados dos megalitos en esta zona. Periódicamente el Ayuntamiento de Carreño realiza labores de mantenimiento esta área dolménica encaminadas a la protección y conservación del conjunto tumular que permiten una correcta exhibición pública y una interpretación asequible, incluso para personas no familiarizadas con la disciplina arqueológica.

En los últimos tiempos, además de los destrozos producidos en el área recreativa del Monte Areo, se registraron serios deterioros en esta zona arqueológica.

Estos deterioros en Les Huelgues de San Pablo son resultado de la acción tanto de agentes dinámicos naturales como de agentes dinámicos no naturales (deterioros por acción o injerencias de carácter antrópico usual, vandalismo, etc.).

Las labores de recuperación y adecuación se están realizando conforme al informe preliminar de afecciones y medidas correctoras elaborado por el Gabinete Arqueológico S. L, y de acuerdo con la tramitación administrativa contemplada en la vigente Ley de Patrimonio Cultural de Asturias. Este elemento patrimonial fue protegido con declaración de Bien de Interés Cultural en el año 1997.

Las afecciones principales se localizan en el conjunto dolménico donde los actos de vandalismo provocaron destrozos en el corredor de acceso a la cámara dolménica del túmulo VI. Los daños causados son:

Las medidas correctoras previstas se establecieron en base a dos conceptos: intervención (arqueológica y restauración sobre el elemento) y restitución (recuperación de las medidas protección externa, malla aislante y entibado).

La primera fase de la intervención consistirá en la retirada de los restos actuales del antiguo entibado y la malla de protección, y la consiguiente intervención arqueológica para el retranqueo de los perfiles para la correcta recolocación de las nuevas medidas de protección. La segunda fase, incluirá los trabajos de restauración y protección bajo la tutela e indicación de un equipo mixto arqueólogo y restaurador.

Se estima un plazo de ejecución total de 6 meses para la ejecución de la actuación arqueológica y los trabajos de restauración y acondicionamiento del túmulo.

El presupuesto estimado inicialmente para la ejecución de estas medidas asciende a 9.092,37 €.